Conocido también como Horeb, es una montaña situada al sur de la península del Sinaí, al nordeste de Egipto, entre África y Asia, y es el lugar donde Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés. El monte Sinaí es célebre además porque corresponde a la zona que fue alcanzada por los hebreos el tercer mes del Éxodo. Allí quedaron acampados aproximadamente un año. Los últimos veintidós capítulos del Éxodo, junto con todo el Levítico y el Libro de los Números, contienen un registro de lo que ocurrió mientras permanecieron en el monte Sinaí.
En tiempos bíblicos, el lugar de la montaña era aparentemente bien conocido, como se aprecia en la descripción de José: Acampó en la montaña llamada Sinaí, dirigiendo a las multitudes para alimentarlas allá. Es citado también en el libro de Reyes como destino de Elías en su huida. Y era conocido en los días de Acab, rey de Israel, como se narra en la historia del viaje de Elías: «Y él se levantó, y comió y bebió, y caminó con la fuerza de esa comida cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.»
La posición de la montaña fue evidentemente olvidada posteriormente, pero desde la época de Santa Helena, el monte Sinaí ha sido identificado con Jabal Musa, o Gebel Musa, nombre árabe que significa monte de Moisés.
El posicionarlo en Jebel Musa lo hicieron dos monjes que anunciaron haber encontrado la «zarza ardiente» de Moisés, cerca de 300 dC. Esta zarza está situada, según la tradición, en el monasterio de Santa Catalina, Egipto. La creencia del lugar del monte Sinaí ha perdurado 1700 años y se ha convertido en parte de la tradición.
El monasterio de Santa Catalina es una especie de protectorado griego en el corazón de Egipto. Se trata de un monasterio ortodoxo de los más antiguos del mundo que todavía sigue habitado. Se encuentra a los pies del monte Sinaí y es un lugar sagrado especialmente venerado por la comunidad ortodoxa griega. Las visitas se realizan por la mañana y cierran a las doce y media.